Viernes, Noviembre 30, 2018

La simulación, la formación más realista para los Cuerpos Policiales

Los simuladores de conducción pueden poner a los alumnos en un entorno simulado pero realista desde el que pueden salir mejor preparados para enfrentarse al día a día de su operación.

Debido al incremento de accidentes fatales, heridos y los extensos procesos judiciales que estos sucesos suelen acarrear para en el colectivo de las fuerzas de seguridad, cada vez está siendo mayor el esfuerzo de este sector por mejorar el nivel de seguridad en la conducción de sus flotas.

Según indica la revista especializada PoliceOne, el uso de simuladores de conducción está creciendo de manera exponencial dentro de este colectivo y está quedando demostrado que este tipo de formación es excepcionalmente efectiva cuando se usa en conjunto con la formación tradicional.

Hay diversas razones que hacen que esto sea así. Por un lado, el bagaje inicial de la nueva generación de cadetes revela una sorprendente falta de experiencia en la conducción regular de vehículos. Aquellos que carecen de habilidades básicas de conducción requieren de un enfoque más agresivo para la conducción en situaciones de emergencia, así como la necesidad de desarrollar habilidades de conducción más sofisiticadas antes de graduarse como oficiales. Habitualmente, la formación que suele impartirles la academia tiene que ver con maniobras de conducción básicas a alta velocidad y técnicas específicas de conducción de sus propia flota.

Otra razón importante es que durante los entrenamientos de conducción con vehículos reales, el instructor puede simular por ejemplo una intersección con un inesperado cruce de otro vehículo, sin embargo, en la realidad el cadete sabe perfectamente que el instructor no colisionará con él durante la formación. Esto implica que no es posible transmitirles mediante el entrenamiento en vehículo real la sensación de estrés que puede producirle su entorno en una situación de este tipo, y poder entrenar su respuesta real. Digamos que la realidad es irreal. Y esto sólo sería posible empleando un simulador que les permita reproducir situaciones operacionales propias de alto riesgo.

Por si fuera poco, un policía tiene una excepcional cantidad de requerimientos una vez ocupa su lugar en el asiento de un coche patrulla o moto. Son múltiples los aspectos que demandan su atención a la hora de conducir a altas velocidades como son la capacidad de anticipación a las acciones de sospechosos, observación del ciudadanos al volante, monitorizar el tráfico desde la radio, monitorizar el dispositivo de ordenador de a bordo, y prestar atención sobre el resto de peatones y condiciones climáticas adversas.

De todo ello se deduce que sólo el simulador permite replicar estas realidades tan complejas y remitiendonos al título con el que hemos comenzado el artículo, la formación con simulador se convierte en una opción de formación mucho más realista que el entrenamiento sobre el pripio vehículo real.

En LANDER somos plenamente conscientes de la complejidad que supone la conducción para las fuerzas de seguridad, y es por ello que llevamos tiempo trabajando sobre la gama de simuladores para fuerzas policiales, incluyendo el coche policía y la recientemente lanzada moto 2.0. o moto de gran cilindrada.