Lunes, Febrero 22, 2021

Música y ferrocarril, lenguajes universales que se adaptan a los tiempos

A todos nosotros nos ocurre que cuando escuchamos determinadas canciones, automáticamente nos subimos a un tren que nos transporta velozmente a diferentes momentos de nuestra vida. La música tiene esa capacidad universal que, adicionalmente al mensaje que unos y otros artistas quieren transmitir, consigue que cada persona dote de un significado especial a las letras y las melodías creadas por los compositores.

No por ello el mensaje que cada autor pone en sus canciones pierde su significado, sino que es importante conocer qué sentía el creador cuando compuso su obra, qué ocurría en el mundo en esos momentos y por qué acontecimientos importantes se vio influenciada su obra completa y cada canción en particular.

Como decimos, la música tiene ese carácter universal y democrático; el mismo del que goza el ferrocarril, un medio de transporte utilizado por cientos de millones de personas en todo el mundo y fácilmente entendido por todas ellas. Medio de transporte que además ha sabido adaptarse a los tiempos, a las diferentes realidades del mundo y a la evolución de las necesidades de las personas. Quizás por ello los músicos hayan recurrido tantas veces al ferrocarril para expresarse, para convertir a este elemento tan importante del día a día en la manera de canalizar sus emociones, su visión sobre el mundo o su opinión y sentimientos ante diversos momentos históricos.

Más allá de bandas como Train, cuyo nombre es una referencia directa al ferrocarril, algunos músicos como Udo Lindenberg han hecho referencia en múltiples ocasiones al tren; por ejemplo, para celebrar la caída del muro de Berlín en su “Sonderzug nach Pankow” (versión alemana de la conocida “Chattanooga Choo Choo”), pero también para hablar de cómo el amor entra y sale de nuestras vidas hasta que llega alguien que nos toca verdaderamente y se queda para siempre en nuestra mente, como en su “Ein kommen und gehen”.

Otros artistas como el célebre Bob Marley han ido más allá con su “Zion Train”, en el que, fuertemente influenciado por sus creencias religiosas, nos habla de cómo salvar tu alma subiéndonos a ese tren de Zion. Gran ejemplo de las diversas interpretaciones de la música es que otro artista como Josh Turner, al contrario que Marley, nos empuja a dejar pasar determinados trenes, aquellos que traen tentaciones peligrosas.

En un tono menos profundo Undrop, en su canción Train que se hizo mundialmente famosa gracias a un anuncio televisivo, nos sube al ferrocarril del Carpe Diem, para que vivamos el momento y aprovechemos las oportunidades que la vida nos presenta. Y de manera también mucho más distendida, el conocidísimo tema de Carole King “The Loco-Motion”, versionado por tantas otras artistas y cuya referencia más reciente es la versión de Kylie Minogue.

Pero por supuesto no podría faltar las referencias al amor, tema tan recurrente en la música y en todos los ámbitos del arte. Una de las canciones más populares con temática ferroviaria es el “Midnight Train to Georgia” de Gladys Knight & The Pips, que habla sobre cómo dos personas dejan atrás sus vidas anteriores persiguiendo mantener su relación. Y, por último, un amor no tan correspondido, como el del “Train in vain” de The Clash.

La manera en que cada artista ha utilizado el ferrocarril para expresar unos u otros temas nos devuelve al principio de este artículo y corrobora que, tanto la música como el ferrocarril, son lenguajes universales que, han ido evolucionando con la realidad de las personas. Lenguajes que todo el mundo entiende y que cada persona utiliza para llegar a lugares muy diferentes.